Como cada primavera, CERECU ha celebrado su rastrillo. En esta ocasión la parroquia anfitriona ha sido la Natividad que cedió su jardín para que las agentes de pastoral instalaran varios puestos repletos de trabajos manuales y coloridos productos artesanales que durante los últimos meses han realizado a mano las mayores de nuestro arciprestazgo.
El dinero recaudado estará destinado en esta ocasión a los proyectos de ayuda al desarrollo que la Natividad tiene en Cuba, Bolivia y Burundi.
El buen tiempo hizo que el evento estuviese muy animado y desde primeras horas del domingo acudieron numerosos feligreses de las diferentes parroquias del arciprestazgo a colaborar con el rastrillo y, al mismo tiempo, compartir e intercambiar impresiones.